Llego el momento que el grupo se separara y unos fueran a Kautokeino y nosotras a Fredrikstad…
El viaje estuvo lleno de muchas emociones y sentimientos encontrados, al llegar a Fredrikstad las familias esperaban por nosotros, al igual que nuestra coordinadora local y amigos del Comité de Amistad…
Mi familia no pudo estar debido a que estaba de viaje, pero tuve la dicha de convivir con Liv (coordinadora) y su esposo, unas personas magnificas, que me recibieron y me dieron muestras de cariño…
Los primeros días fue de conocer la ciudad y lugares importantes como lo fue la Iglesia, la biblioteca, el periódico local, Gamlebyen que quiere decir Ciudad Vieja, etc.
Luego de dos días me integre a la que sería mi familia, estaba nerviosa de conocerlos pero al mismo tiempo muy emocionada por todo lo que me habían contado sobre ellos…
Son personas muy lindas, atentas y serviciales, no me fue difícil integrarme a ellos, me han tratado como a un miembro más. La casa en la que vivo es antigua y grande… Tengo mi propio cuarto y se nota el esmero que tuvieron para arreglarlo y acomodarlo para mí.
Mi mama es noruega y mi papa es español, ambos hablan noruego y español. Conforme fueron pasando los días fui conociendo al resto de la familia, tienen tres hijos, dos hombres y una mujer, dos viven en Fredrikstad, el otro vive en Santander, España.
Tanto los hijos como los nietos me han hecho sentir en casa, son una familia muy unida y con todos me he llevado muy bien.
Los nietos son pequeños, están entre las edades de 5 a 9 años y a veces me es un poco difícil comunicarme con ellos ya que no hablan inglés ni español. Pero poco a poco hemos encontrado la manera de entendernos y nos hemos llevado muy bien… Juntos hemos realizado actividades como jugar al fútbol, pintar, dibujar jugar cartas, juegos de mesa, ver televisión entre otras.